Bruce Lee, nacido como Lee Jun-fan (San Francisco, 27 de noviembre de 1940-Hong Kong, 20 de julio de 1973), fue un destacado artemarcialista, actor y escritor estadounidense de origen chino, conocido como el más grande artemarcialista del siglo XX.
Representa el gran mito de las artes marciales que logró la apertura de las artes marciales chinas al mundo occidental.
Bruce Lee fue un filósofo, innovador y pensador aplicado a su arte; estudió el pensamiento de los taoístas como Lao-Tsé y Chuang-Tsé, cursó filosofía en la Universidad de Washington.
Comenzó a practicar formalmente wing chun kung fu en su adolescencia y luego creó su propio método de combate, el Jeet Kune Do (JKD) o «el camino del puño interceptor» del cual siempre pregonaba que no se lo debía tomar como un simple «estilo» o «sistema» prefijado.
Sus películas, entrevistas y principalmente su carisma e influencia, contagiaron y extendieron el auge de la pasión de las artes marciales por todo Occidente, generando una ola de seguidores a través de todo el mundo. Su imagen perdura en el tiempo y ha quedado en la historia como la gran leyenda de las artes marciales.
El Entrenamiento de Bruce Lee
Bruce Lee anotaba en su agenda los entrenamientos y las fechas de cada día para comparar resultados y mejorar continuamente. Entrenaba diariamente unas 8 horas, sus actividades eran:
Ejercicios de calistenia, correr diariamente unos 16 km y la perfección de un determinado golpe o técnica.
Quería ser siempre más fuerte y elástico, tenía una talla de 1,71 metros (5 pies más 7½ pulgadas) y pesaba 61.1 kg.
En un momento crucial de su vida, se lesionó seriamente el sacro, por lo que tuvo que someterse a un tedioso proceso de rehabilitación y a permanecer inactivo mucho tiempo, alrededor de seis meses, que dedicó a estudiar y a componer notas que se editarán luego de su muerte como «El Tao del Jeet Kune Do«.
Aunque por alguna razón, a pesar de luego tener los medios para ello, en vida él nunca las publicó. Y aunque el médico le dijo que tal vez no volvería a caminar, no solo volvió a caminar, sino que sus patadas volvieron a ser las de antes y continuó con su arduo entrenamiento en busca de la perfección en el arte del combate.
El duro entrenamiento le permitió realizar sin trucos, proezas físicas proverbiales e increíbles, entre las cuales destacan: hacer un gran número de flexiones sobre dos dedos de su mano, derribar a luchadores que le doblaban en peso con su patada lateral, desarrollar una potencia de golpe a muy corta distancia (el golpe de puño de una pulgada), realizar una ágil e impecable patada voladora, una tremenda velocidad instantánea de golpes de puño (30 centésimas de segundo) debido a la cual sus sparrings simplemente no veían el golpe que les derribaba, además de una destreza en armas tales como el nunchaku, el bo (palo largo) y la técnica filipina de dos palos, kali. Según él decía:
“Yo no represento un estilo sino todos los estilos. Ustedes no saben lo que yo estoy a punto de hacer, pero yo tampoco lo sé. Mi movimiento es el resultado del suyo y mi técnica es el resultado de su técnica”.
Lee adoptó además algunos esquemas de la eskrima, la lucha grecorromana y el boxeo en su estilo, aunque él no lo quería encasillar y llamarlo estilo, sino que decía que no existía ni tenía por qué existir un estilo predefinido para pelear. Lee desarrolló además técnicas de agarre, candados al cuello y adoptó desplazamientos de boxeo basándose en películas de Muhammad Ali.
La perfección por la técnica y el equilibrio, la solvencia y la coordinación, la impresionante rapidez de sus fintas, su admirable desarrollo físico y dominio corporal no ha tenido rivales que lo superen desde 1960 en su desempeño estético hasta hoy.
Su imagen, carisma e influencia en las artes marciales lo han transformado en un clásico. En vida tuvo a grandes estrellas del cine como sus seguidores y también alumnos suyos durante su estancia en Estados Unidos, entre ellos: James Coburn, Steve McQueen, Dan Inosanto, quienes fueron además sus amigos.
El Legado de Bruce Lee
Sin duda, uno de sus legados más importantes es la apertura hacia occidente de las artes marciales chinas y la divulgación del Kung Fú en su verdadera dimensión, las cuales antes de él, eran desconocidas y solo predominaban en películas fantasiosas con acrobacias producidas, con el Karate y el Judo como únicas técnicas orientales conocidas en occidente.
La industria cinematográfica china explotó hasta la saciedad la venta comercial insatisfecha de un público occidental y oriental ávido de ver películas del género y estilo planteado en las famosas películas de Raymond Chow, donde actuó Bruce Lee. Después de su muerte, la industria china colocó a cuanto artista marcial que fuera parecido físicamente a Lee y a su técnica para hacer films de dudosa calidad guionística y expresión técnica para sobreexplotar con su figura el mercado cinematográfico, incluso se llegó a colocar máscaras de Lee en tamaño natural sobre el rostro del actor.
Las revistas dedicadas a artes marciales también cayeron en la sobreexplotación de la figura de Lee, develando sus técnicas, entrenamiento, vida personal, golpes, pensamientos, etc. Sus ideas, filosofía y modo de entrenamiento son revisadas y aplicadas en muchas de las academias de artes marciales modernas en todo el mundo. Hoy en día es posible encontrar en muchas academias de artes marciales su retrato o afiches de su persona.
En la entrevista para Pierre Berton, Lee declaró:
Para mí, en última instancia, las artes marciales significan expresarse honestamente a sí mismo. Ahora, eso es muy difícil de hacer.
Maxwell Pollard, en un artículo escrito para la revista Black Belt, transcribe una declaración de Lee al respecto de su formación:
Yo debo mi actual estado de desarrollo a mi entrenamiento previo en el estilo wing chun (詠春), un gran estilo. Ese arte me fue enseñado por el señor Ip Man, el actual líder del Sistema Ving Tsun en Hong Kong, donde fui criado.
Se puede afirmar que Lee, por su renombre, fue responsable de la propagación internacional del sistema wing chun, que, junto al tai chi chuan, es el estilo de kung fu más practicado del mundo.
Muchos de los actuales cultores de las artes marciales alguna vez al menos hacen un revisionismo comparativo de su técnica de combate y la de Lee, de tal modo de aplicar alguno de sus conceptos a su propio estilo.
Antes de Lee, solo existían películas fantasiosas acerca del kung fú y otras artes marciales; después de Lee, las películas siguen la estela dejada por este singular artista marcial.
Su hijo primogénito Brandon Lee también fue actor y al igual que su padre participó en algunos films marciales. Brandon tuvo un accidente y murió por negligencia de terceros en el set de grabación de «The Crow» (1994), al recibir un balazo en una escena que posteriormente fue quemada. Sobreviven su esposa Linda Emery Lee Cadwell y su hija Shannon Emery Lee, quien ha participado en algunas películas, incluyendo una con el artista Jason Scott Lee, Dragón, la verdadera historia de Bruce Lee donde aparece en un cameo como cantante, también practica artes marciales y promueve la Fundación Bruce Lee.
Sin duda, muchos artistas marciales marcarán una moda en el celuloide; pero Bruce Lee y su legado permanecerá por siempre en amplio espectro de las artes marciales como un hito imperecedero.